ANTE EL PARO DEL 31 DE MARZO
El paro de Moyano y compañía es para defender los intereses
de las patronales
POR UNA POSICIÓN OBRERA CLASISTA
ANTE EL IMPUESTO A LAS GANANCIAS

La LSR considera que sobran los motivos para que todos los trabajadores del país nos unamos en un reclamo común por los múltiples problemas que nos agobian (empezando por el salario). Por esta razón, estamos a favor de discutir empresa por empresa, gremio por gremio, qué actitud tomar ante el llamado al paro, definiendo con claridad por qué peleamos y con qué modalidad.
Junto con ello, la LSR manifiesta su repudio a las burocracias sindicales que convocan hoy al paro. Durante años han demostrado que, bajo su conducción, las medidas de lucha (casi siempre “domingueras”) están al servicio de dirimir sus propios intereses con el gobierno (los millones de pesos de las obras sociales, el manejo de empresas tercerizadas y mil negociados más). Aliadas a sectores patronales y de la oposición (llámense Massa o Macri), cada uno de sus pasos están hoy orientados a posicionarse para las elecciones de Octubre. Y en esta pelea contra el Gobierno invisibilizan a las patronales, parecería que no existen, cuando son ellas las que saquean cotidianamente nuestros bolsillos con la inflación, limitan los aumentos salariales, suspenden y despiden… son las que nos explotan.
Esas burocracias llaman al paro contra el Impuesto a las Ganancias. Pero ¿por qué reclamar la rebaja de un impuesto que, por regla general, estamos a favor incluso de que se incremente para las grandes fortunas? Como su nombre lo indica, el Impuesto a las Ganancias es propio de las empresas ya que son las empresas las que tienen “ganancias”. A la vez, tiene cuatro categorías, una de ellas es la que grava los salarios. Pero seguimos hablando de un impuesto que le compete a las empresas, porque el salario, para el trabajador, no es ganancia. La discusión, entonces, es quién debe pagarlo. Es la empresa a la que le corresponde y son las empresas las que se lo hacen pagar a los trabajadores. El reclamo nuestro, como trabajadores, es ese: QUE LO PAGUEN LAS EMPRESAS.
En este sentido, Moyano y Barrionuevo –como es lógico, en su caso–, Micheli y la mayoría de las organizaciones de las izquierdas, que levantan la anulación del impuesto o la suba del mínimo no imponible, están metiendo a la clase trabajadora en un reclamo que expresa a sectores de las patronales que quieren que les bajen a ellos el Impuesto. Porque importantes sectores burgueses (y sus aliados burocráticos) nos vienen metiendo en la cabeza, que el Impuesto a las Ganancias es un problema “nuestro”.
Estos sectores añoran aquella política privatizadora que “rifó” las riquezas del país y dejó un tendal de desocupados. Por eso necesitan que el Estado se desfinancie para que deje de “despilfarrar” en ciertos beneficios sociales. Todos ellos, que en estos años se llenaron los bolsillos como nunca –tal como gusta recordarles CFK–, critican los acuerdos del Gobierno con China pero nunca les molestó la presencia de Chevron, General Motors, Monsanto, y tantos otros chupasangre occidentales y cristianos.
El problema de los trabajadores no es el Impuesto a las Ganancias. Nuestro problema es el capitalismo, sea neoliberal o "antineoliberal". Nuestro problema es el sistema de explotación de nuestra fuerza de trabajo de la que las patronales arrancan sus ganancias. Es inadmisible para la clase obrera hacerse eco de los intereses de sus enemigos de clase. No podemos prestarnos a ser marionetas de los mismos que nos están explotando todos los días.
La crisis económica capitalista se profundiza en el mundo, y repercute en el país. Esa realidad es la que le espera al próximo gobierno, sea del Frente para la Victoria o de su oposición. Y las crisis, en el marco del sistema capitalista, siempre las pagamos los trabajadores. Por eso, este martes y cada día en nuestros lugares de trabajo –al margen de si decidimos adherir o no al paro– la necesidad que se nos plantea es la de crecer en discusión y propuestas para avanzar hacia la organización de los trabajadores, ocupados y desocupados, por la base y en forma independiente del Estado patronal, de sus gobiernos de turno y de las burocracias sindicales.
Debemos plantearnos, en definitiva, la necesidad de ir construyendo poder popular que se desarrolle hasta ser capaz de desterrar del poder a los grandes capitalistas y al estado que los sostiene, de manera de instalar un poder propio de los que hoy padecemos la explotación y la opresión cotidianas.

POR UNA POSICIÓN OBRERA CLASISTA
ANTE EL IMPUESTO A LAS GANANCIAS
QUE SE VAYAN TODOS los explotadores (nacionales e internacionales), sus agentes políticos, judiciales, militares, policiales, eclesiásticos, los burócratas y los represores.
Para "que se vayan" HAY QUE ECHARLOS
Revolución Socialista o
más Barbarie Capitalista

LIGA SOCIALISTA REVOLUCIONARIA

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