Ante el llamado al paro del 28 de agosto

La LSR considera que sobran los motivos para que todos los trabajadores del país nos unamos en un reclamo común por los múltiples problemas que nos agobian (empezando por el salario). Por esta razón, estamos a favor de discutir empresa por empresa, gremio por gremio, qué actitud tomar ante el llamado al paro general, definiendo con claridad por qué peleamos y con qué modalidad.
Junto con ello, la LSR manifiesta su repudio a las burocracias sindicales que convocan hoy al paro. Durante años han demostrado que, bajo su conducción, las medidas de lucha (casi siempre “domingueras”) están al servicio de dirimir sus propios intereses con el gobierno (los millones de pesos de las obras sociales, el manejo de empresas tercerizadas y mil negociados más). Aliadas a sectores patronales y de la oposición (la misma que reclama el pago a los fondos buitre, llámense Massa, Macri o Carrió), cada uno de sus pasos está hoy guiado por objetivos electorales con miras al 2015.
Y en esta pelea contra el Gobierno se invisibilizan las patronales, parecería que no existen, cuando son ellas las que saquean cotidianamente nuestros bolsillos con la inflación, limitan los aumentos salariales, suspenden y despiden… son las que nos explotan.
Si no, preguntémonos, desde el punto de vista del interés de los trabajadores ¿qué nos dejó el paro del 10 de abril? ¿Cuál es el sentido de un paro por consignas generales, como la caída del salario o contra la inflación si, al día siguiente, volveremos a sumir la cabeza, mientras ellos, todos, se reacomodan en sus posiciones de poder?
Por supuesto, el Gobierno es responsable por cumplir su función: garantizar las ganancias de las grandes empresas y reprimir en caso de que sea necesario, como en la autopartista Lear. Gobierno autodeclarado pagador serial, acordó con el Club de París y Repsol para conseguir financiamiento e inversiones externas, y ahora suplica a los fondos buitre que sean “justos y equitativos”.
La crisis económica capitalista que viene tocando a degüello en el mundo, y ya repercute en el país; y las crisis, en el marco del sistema capitalista, siempre las pagamos los trabajadores. Por eso, este jueves y cada día en nuestros lugares de trabajo –al margen de si decidimos adherir o no al paro– la necesidad que se nos plantea es la de crecer en discusión y propuestas para avanzar hacia la organización de los trabajadores, ocupados y desocupados, por la base y en forma independiente del Estado patronal, de sus gobiernos de turno y de las burocracias sindicales que utilizan nuestros problemas en favor de sus intereses.
Debemos plantearnos, en definitiva, la necesidad de ir construyendo poder popular que se desarrolle hasta ser capaz de desterrar del poder a los grandes capitalistas y al estado que los sostiene, de manera de instalar un poder propio de los que hoy padecemos la explotación y la opresión cotidianas.

Liga Socialista Revolucionaria

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